3.7 Energía en los cambios químicos
En todos los cambios químicos, la materia absorbe o libera energía. Los cambios químicos pueden producir formas diferentes de energía. Al quemarse los combustibles, se libera calor y luz. Toda la energía necesaria para nuestros procesos vitales—respiración, contracción muscular, circulación sanguínea y demás—se produce por cambios químicos dentro de las células de nuestro organismo.
A la inversa, la energía también se usa para provocar cambios químicos. Po ejemplo, en el galvanizado de metales tienen lugar un cambio químico cuando se hace pasar energía eléctrica a través de una solución de una sal en la que el metal se ha sumergido. Ocurre un cambio químico cuando en la fotosíntesis las plantas verdes utilizan la energía radiante del sol. Y, como vimos, se efectúa un cambo químico cuando se utiliza la electricidad para descomponer el agua en hidrogeno y oxigeno. Los cambios químicos suelen utilizarse más para generar energía que para producir nuevas sustancias. El calor o la fuerza propulsora generados al quemar un combustible es más importante que las nuevas sustancias que se forman.
A la inversa, la energía también se usa para provocar cambios químicos. Po ejemplo, en el galvanizado de metales tienen lugar un cambio químico cuando se hace pasar energía eléctrica a través de una solución de una sal en la que el metal se ha sumergido. Ocurre un cambio químico cuando en la fotosíntesis las plantas verdes utilizan la energía radiante del sol. Y, como vimos, se efectúa un cambo químico cuando se utiliza la electricidad para descomponer el agua en hidrogeno y oxigeno. Los cambios químicos suelen utilizarse más para generar energía que para producir nuevas sustancias. El calor o la fuerza propulsora generados al quemar un combustible es más importante que las nuevas sustancias que se forman.