2.5 Símbolo de los elementos
Casi en todo salón de clases de química hay un cartel de la tabla periódica. En ella figuran todos los elementos químicos y mucha información útil acerca de ellos. Conforme avancemos en nuestro estudio de la química, aprenderemos mucho más sobre esta tabla. Por ahora ocupémonos de lo básico.
Los elementos están ordenados en la tabla periódica con base en el numero atómico creciente, de menor a mayor, retomando un arreglo particular diseñado por Dimitri Mendeleiev en 1869. Este diseño organiza los elementos con propiedades químicas similares en columnas llamadas familias o grupos. El grupo 8 recibe por nombre gases nobles. Otros grupos con nombres especiales son los metales alcalinos (identificado en la tabla como 1, antes IA), los metales alcalinotérreos (Grupo 2, antes IIA) y los halógenos (Grupo 17, antes VIIA).
A los elementos de las columnas altas de la tabla periódica (de la 1-2 la 13-17, o bien, de la IA a la VIIA y los gases nobles) se les denomina elementos representativos. Los que están en la sección central reciben el nombre de elementos de transición.
Metales, no metales y metaloides
Los elementos se clasifican en metales, no metales y metaloides; en su gran mayoría son metálicos. Los conocemos por su amplio uso de herramientas, materiales de construcción, automóviles, y así sucesivamente. Los no metales también son de gran utilidad en nuestra vida diaria, como componentes principales de ropa, alimentos, combustibles, vidrio, plásticos y madera. Los metaloides se usan mucho en la industria electrónica.
Los metales son sólidos a temperatura ambiente (el mercurio es una excepción). Tienen brillo, son buenos conductores de calor y la electricidad, son maleables (se pueden laminar o martillar para formar laminas) y dúctiles (se pueden estirar para formar alambres). La mayoría de los metales tiene un punto de fusión elevado y alta densidad. Los metales mas conocidos son aluminio, cromo, cobre, oro, hierro, magnesio, mercurio, níquel, platino, plata, estaño y zinc. Menos conocidos pero también importantes son los metales calcio, cobalto, potasio, sodio, uranio y titanio.
Los metales tiene poca tendencia a combinarse entre si para formar compuestos. Sin embargo, muchos metales se combinan con facilidad con los no metales, como cloro, oxigeno y azufre, para formar compuestos iónicos; por ejemplo, cloruros, óxidos y sulfuros metálicos. En la naturaleza, los minerales están constituidos por los metales más reactivos combinados con otros elementos. Algunos metales poco reactivos -cobre, oro y plata- se encuentran en estado nativo, o libre. Los metales pueden mezclarse entre si para formar mezclas homogéneas solidas, llamadas aleaciones. Algunos ejemplos son el bronce, el latón, el acero y los metales de acuñar.
A diferencia de los metales, los no metales carecen de brillo, en general sus puntos de fusión y densidades son relativamente bajas y son malos conductores de calor y la electricidad. El carbono, el fosforo, el azufre, el selenio y el yodo son sólidos; el bromo es liquido y el resto de los no metales son (gases). Los no metales que se encuentran sin combinar en la naturaleza son carbono (grafito y diamante), nitrógeno, oxigeno, azufre y los gases nobles (helio, neón, argón, kriptón, xenón y radón).
Los no metales se combinan entre si para formar compuestos moleculares como el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), butano (C4H10) y dióxido de azufre (SO2). El flúor, el más reactivo de los no metales, se combina con mucha facilidad con casi todos los demás elementos.
Algunos elementos (boro, silicio, germanio, arsénico, antimonio, telurio y polonio) se clasifican como metaloides y tienen propiedades intermedias entre las de los no metales y los metales. Ciertos metaloides –boro, silicio y germanio- son la materia prima d dispositivos semiconductores que hacen posible nuestra industria electrónica moderna.
Los elementos están ordenados en la tabla periódica con base en el numero atómico creciente, de menor a mayor, retomando un arreglo particular diseñado por Dimitri Mendeleiev en 1869. Este diseño organiza los elementos con propiedades químicas similares en columnas llamadas familias o grupos. El grupo 8 recibe por nombre gases nobles. Otros grupos con nombres especiales son los metales alcalinos (identificado en la tabla como 1, antes IA), los metales alcalinotérreos (Grupo 2, antes IIA) y los halógenos (Grupo 17, antes VIIA).
A los elementos de las columnas altas de la tabla periódica (de la 1-2 la 13-17, o bien, de la IA a la VIIA y los gases nobles) se les denomina elementos representativos. Los que están en la sección central reciben el nombre de elementos de transición.
Metales, no metales y metaloides
Los elementos se clasifican en metales, no metales y metaloides; en su gran mayoría son metálicos. Los conocemos por su amplio uso de herramientas, materiales de construcción, automóviles, y así sucesivamente. Los no metales también son de gran utilidad en nuestra vida diaria, como componentes principales de ropa, alimentos, combustibles, vidrio, plásticos y madera. Los metaloides se usan mucho en la industria electrónica.
Los metales son sólidos a temperatura ambiente (el mercurio es una excepción). Tienen brillo, son buenos conductores de calor y la electricidad, son maleables (se pueden laminar o martillar para formar laminas) y dúctiles (se pueden estirar para formar alambres). La mayoría de los metales tiene un punto de fusión elevado y alta densidad. Los metales mas conocidos son aluminio, cromo, cobre, oro, hierro, magnesio, mercurio, níquel, platino, plata, estaño y zinc. Menos conocidos pero también importantes son los metales calcio, cobalto, potasio, sodio, uranio y titanio.
Los metales tiene poca tendencia a combinarse entre si para formar compuestos. Sin embargo, muchos metales se combinan con facilidad con los no metales, como cloro, oxigeno y azufre, para formar compuestos iónicos; por ejemplo, cloruros, óxidos y sulfuros metálicos. En la naturaleza, los minerales están constituidos por los metales más reactivos combinados con otros elementos. Algunos metales poco reactivos -cobre, oro y plata- se encuentran en estado nativo, o libre. Los metales pueden mezclarse entre si para formar mezclas homogéneas solidas, llamadas aleaciones. Algunos ejemplos son el bronce, el latón, el acero y los metales de acuñar.
A diferencia de los metales, los no metales carecen de brillo, en general sus puntos de fusión y densidades son relativamente bajas y son malos conductores de calor y la electricidad. El carbono, el fosforo, el azufre, el selenio y el yodo son sólidos; el bromo es liquido y el resto de los no metales son (gases). Los no metales que se encuentran sin combinar en la naturaleza son carbono (grafito y diamante), nitrógeno, oxigeno, azufre y los gases nobles (helio, neón, argón, kriptón, xenón y radón).
Los no metales se combinan entre si para formar compuestos moleculares como el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), butano (C4H10) y dióxido de azufre (SO2). El flúor, el más reactivo de los no metales, se combina con mucha facilidad con casi todos los demás elementos.
Algunos elementos (boro, silicio, germanio, arsénico, antimonio, telurio y polonio) se clasifican como metaloides y tienen propiedades intermedias entre las de los no metales y los metales. Ciertos metaloides –boro, silicio y germanio- son la materia prima d dispositivos semiconductores que hacen posible nuestra industria electrónica moderna.